El viernes comenzó un gran operativo de Obras Sanitarias Mercedes (OSM) orientado a mejorar la calidad del agua, y que busca eliminar distintos residuos que se acumulan en los finales de las cañerías.
«Para esto vamos a hacer un barrido completo de la ciudad, que lo haremos por zonas; iremos desde el noroeste hacia el sureste haciendo distintas purgas. Queremos avisar a los vecinos que si ven el agua corriendo, es muy probable que seamos nosotros y no un desborde de cloacas, ni una pérdida», mencionó Guillermo Girardi, el coordinador técnico del organismo estatal.
Los primeros barrios en los que intervinieron fueron el Altos del Oeste, el 828 Viviendas y el Colón, con un importante trabajo sobre calle Chacabuco y la avenida 25 de Mayo.
El funcionario detalló que a esto lo hacen porque con el paso del tiempo se acumulan ciertos residuos en las cañerías, como pueden ser restos de los mismos tubos que se deterioran por el correr del líquido o por algo de tierra que puede haber ingresado por alguna rotura. «En esta parte están los hidrantes, que muy rara vez se usan. En cambio, el resto del circuito está hecho para que el agua esté en movimiento constantemente. Entonces lo que hacemos es purgar esto para limpiar el sistema, lo que es un beneficio para toda la población», dijo.
Explicó que estos mecanismos son los que suelen utilizar los bomberos para conectar sus mangueras. Están repartidos y enterrados por toda la ciudad en las esquinas. Contienen un caño con un dispositivo esférico que actúa como tope y la mayor parte del tiempo están cerrados y no se utilizan para el consumo.
«Ahí se van acumulando las partículas y actualmente tenemos que clorificar en una cantidad alta, para que en estos finales de cañerías, o en los puntos más alejados de las redes, llegue con un cloro residual que pide la norma para que sea apta para el consumo humano», indicó Girardi.
Añadió que como resultado de estas acciones podrán disminuir la cantidad, lo que representará un ahorro económico y además mejorará el gusto para quienes beben de las canillas.
«La contrapartida de esto es que mientras realizamos los trabajos, los vecinos que están cerca pueden llegar a notar cierta turbidez y un poco de baja presión. Es algo momentáneo; una vez que finalizamos la purga se normaliza inmediatamente», expresó el coordinador técnico.
También, para llevar tranquilidad a la comunidad, aclaró que realizan controles diariamente sobre la calidad del agua y todos los análisis afirman que es apta para el consumo humano.
«Vamos a intentar hacerlo lo más rápido posible y esperamos que sea dentro de este mes, aunque hay algunos hidrantes que han quedado tapados con cemento o con tierra y el trabajo es mucho mayor y requiere un poco más de tiempo», sostuvo Girardi.
