Como sucede cada año, la temporada de riesgos ígneos comienza en julio y se prolonga hasta noviembre. Por eso, el gobierno provincial comenzó con la Campaña de Prevención de Incendios Forestales y la Secretaría de Ambiente pidió extremar las medidas de seguridad contra estos siniestros que afectan tanto al ecosistema.
Ante las condiciones climáticas, la cartera ambiental recomendó a la sociedad extremar las medidas de seguridad y de precaución, pero lo más importante es tomar conciencia sobre el efecto que provoca en toda la comunidad.
«Estamos abordando varias políticas en materia de prevención de incendios y en esta época, considerando las condiciones en las que estamos, la precaución apremia sobre la posibilidad de tener que acudir a alguna emergencia», precisó el jefe de Áreas Naturales Protegidas y Manejo del Fuego, Alan Fernández.
La Provincia construyó nueve anillos cortafuegos en nueve localidades que protegerán estas zonas de algún siniestro que se origine. La elección de las localidades se realizó en función de las que tienen mayor posibilidad de afectación tanto en las Sierras Centrales como en las Sierras de los Comechingones. «El objetivo es generar un abanico de herramientas y posibilidades para los combatientes, además de un espacio mucho más seguro para evitar que los incendios forestales se propaguen a una matriz urbana», manifestó.
Las picadas cortafuego se utilizan para la prevención de incendios en la etapa de interface (siniestros que se desarrollan en áreas donde se entremezclan la población y vegetación), porque priorizan el resguardo de las urbanizaciones que están dentro de cada anillo para que queden protegidas de los incendios que puedan acercarse a las viviendas. «Estos anillos evitan también que un siniestro que comienza en el patio de una casa no se propague a la matriz forestal, con las consecuencias que origina», explicó.
La campaña de concientización involucra a distintos sectores, con charlas y reuniones con intendentes para buscar transmitir estas políticas y comenzar a plantear el paradigma de la autoprotección entendiéndolo como las acciones que se deben realizar o no en forma individual.
Toda la zona central del país ingresó a un contexto crítico en materia de posibles incendios forestales, dado que las distintas vegetaciones comenzaron a secarse. «Podemos ver las pasturas de color amarillo en algunas zonas donde vemos la sequedad que tienen (que llamamos combustibles finos) y las arbustivas (que denominamos combustible mediano o grueso), que también comenzaron a secarse, por lo que originan una mayor posibilidad de propagación de incendios en toda la región central del país», describió.
El funcionario hizo hincapié en la responsabilidad social que tiene cada una de las personas que viven en la provincia con relación a la prevención de este tipo de siniestros. «Hay que entender que la prevención no es una acción puntual, sino un hábito que tenemos que tener y mantener durante todo el año para poder evitar que el flagelo de los incendios forestales no siga azotando la zona», manifestó.
Algunas de las acciones puntuales que forman parte de la autoprotección, medidas que las personas pueden adoptar para combatir los incendios, son, entre otras, mantener el pasto corto y relativamente húmedo en el perímetro de la vivienda; no generar acopios de combustible vegetal (leña o restos de poda), tanto cerca de la vivienda como en zonas aledañas; tener bien diferenciados los puntos donde realizamos acopio de combustible, ya sea para motoherramientas, vehículos o bien para calefacción; tener presente dónde se va a depositar o cuál va a ser la disposición final de los residuos propios de la calefacción por leña, y tener vías de acceso claras y bien despejadas a la hora de que cualquier organismo requiera acceder a la vivienda donde uno vive.
