Una película de terror interminable. Eso es, actualmente, lo que viven los propietarios de estaciones de servicio como los automovilistas, lo que también abarca a empresarios del transporte —sea de pasajeros como de insumos— e industriales o del agro, ante el cada vez más grave desabastecimiento de gasoil que padece todo el país.
Ahora, según las estadísticas de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines de San Luis, apenas reciben el 40% del abastecimiento normal que las petroleras envían. El panorama, según los dueños de las estaciones de servicio, es peor al que vivieron durante la pandemia hace un año, cuando San Luis vivió el más fatídico golpe a raíz del coronavirus.
La supuesta tensión entre el gobierno nacional y las petroleras de todas las marcas generó que haya un endurecimiento en torno a la escasa provisión que Shell, Axion Energy, Petrobras, Oil Combustibles, Refinor, Pdvsa, Dapsa y la propia YPF cumplen con sus clientes de todo el país.
Por eso, en muchas estaciones de servicio sus dueños trabajan con la temida «quiebra de stock». Es decir, con los tanques de gasoil vacíos durante varios días, lo que perjudica su recaudación diaria y obliga a los consumidores que llegan a cargar gasoil a pulular por otras expendedoras hasta dar con alguna que tenga, aunque sea, unos pocos litros de combustible.
Las cuotas de provisión (una especie de comprobante para poder comprar) que las petroleras les otorgan a los empresarios se redujeron poco a poco. En torno a la franja diésel o EuroDiesel, respecto de las otras variantes, mermaron mucho más.
«El panorama cada vez es más complicado, las petroleras ajustan su provisión y lamentablemente padecemos la falta directa de gasoil. Llegábamos a un límite del stock hasta que conseguíamos, pero ahora ya trabajamos con ‘quiebra de stock’. Hasta hace unas semanas trabajábamos al 50 por ciento del abastecimiento normal. Pero ahora, si hacemos números finos, llegamos apenas al 40 por ciento», señaló el titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles de San Luis, José Gianello.
«Actualmente, con la mayoría de mis colegas recibimos la mitad de lo que obteníamos en mayo del año pasado, en plena pandemia. Ya mantuvimos reuniones con la Secretaría de Energía de la Nación, pero no prosperan. Ellos nos dan la razón, pero cuando las petroleras piden actualizar precios, esas razones se terminan. Los funcionarios nacionales nos dan la razón, pero igual marche preso”, remarcó el comerciante.
«Nos entregan menos de la mitad del gasoil que hace un año. Así es imposible atender a nuestros clientes. Lo mismo se avecina en cuanto a las naftas. Esto va de mal en peor y el gobierno nacional no encuentra la forma de solucionar el problema. Las petroleras argumentan que pierden dinero al abastecernos a nosotros. Les conviene vender afuera, a un valor internacional. Con nosotros van a pérdida. Es lo que argumentan», explicó Gianello.
La situación regional es idéntica pero, según el dirigente puntano, San Luis sufre jornadas más difíciles en cuanto a provisión que sus hermanas provincias de San Juan o Mendoza. «Estamos igual o peor que otras provincias de Cuyo. Todo depende de las petroleras, porque ellos asignan nuestros pedidos, pero el camión te llega cinco días después. Es aleatorio, lo manejan como ellos quieren. Lo peor es que cada carga uno la paga al contado, en efectivo y por adelantado. Es decir que trabajan con tu plata a su antojo», aclaró el propietario de la estación Axion ubicada en el acceso a Juana Koslay.
Lo cierto es que para los consumidores, cargar diésel es una lotería. Encontrar una expendedora con stock ya es toda una aventura.
