Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, fue hospitalizado de urgencia esta madrugada para tratar una posible obstrucción intestinal, informó la prensa local.
El mandatario, de 66 años, fue trasladado al hospital Vila Nova Star, en San Pablo, tras aterrizar procedente de Santa Catarina (al sur del país), donde pasó las fiestas de fin de año, según consignaron medios locales.
En su cuenta de Twitter, Bolsonaro compartió una foto desde la cama del hospital y relató: «Empecé a sentirme mal después del almuerzo del domingo. Llegué al hospital hoy a las 3:00 am. Me pusieron una sonda nasogástrica». Y adelantó que se le realizarán más pruebas «para una posible cirugía por obstrucción interna en la región abdominal».
«Es la segunda hospitalización con los mismos síntomas, como consecuencia del apuñalamiento (que sufrió en septiembre de 2018) y 4 cirugías mayores», añadió.
Su médico personal, Antonio Luiz Macedo, arribará esta tarde a Brasil. Es el mismo profesional que lo operó en 2018, tras el cuchillazo que recibió en medio de su campaña presidencial.
En julio del año pasado, el presidente tuvo que permanecer ingresado durante cinco días en el Hospital Vila Nova Star, el mismo al que ha acudido este lunes, por el mismo problema abdominal.
Bolsonaro ha puesto así punto y final a unas polémicas vacaciones en Santa Catarina después de que oposición y parte de la opinión pública le hayan cuestionado durante estos días no suspenderlas a pesar de la crisis que se sucede en gran parte del estado de Bahía debido a las fuertes precipitaciones que dejaron una treintena de fallecidos y cientos de miles de afectados.
El tiempo de asueto del que ha disfrutado el presidente brasileño también ha estado marcado por los recurrentes baños de multitudes a los que suele prestarse, en uno de los cuales confesó no tener que volver al trabajo debido a la situación que se estaba viviendo en Bahía, el caso positivo de un miembro de su comitiva y un pequeño accidente en moto acuática del que salió ileso.